"Wind Controllers"
Años atrás, los instrumentistas de viento amantes de la música electrónica estábamos imposibilitados de acceder a la ejecución de un sistema de síntesis, a no ser que ejecutáramos además algún instrumento de teclado. La necesidad de un sistema que interpretara los gestos musicales (dinámica, articulación, etc.) de un viento, recién fueron cubiertas a mitad de la década del '80 con la aparición de los primeros "Pitch-to-MIDI" conversores (IVL Pitchrider, Fairlight Voicetracker, Roland VP70, Synthophone ) y los verdaderos controladores de viento MIDI: Steiner EWI, EVI (producidos en serie por Akai), Yamaha WX7, WX11, EW-20 Windjamm'r y los Casio DH100 al DH700 ; mal llamados "Saxos MIDI".
Se trata en realidad de nuevos instrumentos capaces de interpretar las "intenciones" de la columna de aire del ejecutante y su articulación, parámetros conocidos como: Breath Pressure, After-Touch, Volume, y Velocity; y agregar nuevos elementos como lo son: transposición de altura, controles de Pitch-Bend, cambios de programa, la posibilidad de ejecutar un sonido con el timbre mas impensado, y poseer un registro de mas de seis octavas, algo que ningún instrumento tradicional puede ofrecer. Algunos de ellos poseen sus propios módulos de síntesis como el EWV2000 para los Steiner (sintetizador análogo programable de dos osciladores), o el WT11 de Yamaha para el WX11 (síntesis de FM de 4 operadores).
El nombre "Saxo MIDI" proviene del hecho que alguno de ellos para su ejecución utilizan una embocadura indirecta, con una falsa caña similar a la que usan la familia de los saxos y clarinetes; el resto de ellos posee embocadura directa (flauta dulce), por tener además una digitación similar a la de un saxo y a que el primer instrumento al cual se le aplicó un convertidor fue a un saxo mediante un sistema ideado por Martin Hurni: el Synthophone.
Mi experiencia en Música Electrónica comienza en el año '80 junto a Daniel Melero, utilizando dos ReVox A77 y la técnica del "Loop" con la que Brian Eno compuso su inolvidable "Discreet Music"; luego acercándome poco a poco a conocer las técnicas de síntesis de las máquinas que por aquel entonces Daniel tenía. En el año '88 tuve mi primer controlador: un Casio DH-100, y un set MIDI integrado por un módulo de síntesis TX81Z de Yamaha y un secuenciador SQD-1 de Korg. Se reían de mi cuando veían esa "corneta", pero era uno de los pocos que podía utilizar Breath Pressure (After-Touch) al estar conectado al TX81Z , cosa que pocos teclados de esa época podían recibir y no transmitir. Nadie entendía como podía componer música sin tener un teclado; verdaderas polifonías a ocho voces, ya que la única forma de ingresar notas al secuenciador era individualmente . Con el tiempo tuve un Windjamm'r de Yamaha (que usa un feo sistema de llaves parecido a botones y con un cierto aire al que es usado en el EWI) y despues un WX7. A mi entender, uno de los mejores controladores que se ha fabricado; su sistema de llaves con digitación similar al sistema Boehm (Flauta Traversa, Clarinete ) lo convierten en un instrumento ágil, capaz de realizar escalas cromáticas en todo su registro (casi siete octavas), de excelente respuesta al toque o articulación que se realice. posee además la posibilidad de ejecutar una melodía mientras evoluciona una nota pedal o hacer paralelismo de dos voces en el intervalo que uno desee; un sensor en la embocadura puede ajustarse para controlar glide, vibrato y modulación. La otra opción en controladores es sin duda el Steiner EWI, por la verdadera conjunción entre módulo y controlador, registro de ocho octavas y sistema sensor de presión controlador de envolvente de gran respuesta dinámica.
Personalmente me interesa armar sonidos para usar en el WX7, basándome en timbres de maderas y/o metales (darle la caracterísca de instrumento de viento), sumarle cuerdas (le da "cuerpo" al sonido), usando generalmente el TX81Z junto a un SC-55 de Roland y resintetizarlos a traves de mi E-mu Emax, asistido por un computador PC AT-386 y el programa Sample Vision de Turtle Beach, combinando la resultante con verdaderos ambientes naturales sampleados via Emax. Los que conocen la música de Mark Isham o a Richard Barbieri saben de que estoy hablando.
Ellos son dos ejemplos de la utilización de máquinas de distintas generaciones para la búsqueda tímbrica. Es un error pensar que un instrumento nuevo nos va a salvar la vida (artísticamente hablando), generalmente las cosas que nos sorprenden provienen de los espectros que no exploramos. Las verdaderas ejecuciones instrumentales estan asociadas a la calidad de sonido del intérprete y a su discurso. Adhiero a la filosofía de los secuenciadores tipo Cakewalk o Cubase (numerosos Tracks y múltiples herramientas de edición) y no a los programas con recetas prearmadas que inducen a resultados no deseados por uno sino por otros. Me gusta realizar bases instrumentales rítmicamente densas, aprovechando el potencial del Emax, con acentuaciones internas muy marcadas, y a ellas agregarles líneas ambientales con el WX7.
El lenguaje MIDI se ha transformado para mi en un elemento de creación, ya que me permite corregir hasta la obsesión un trabajo realizado y replantearme el hecho artístico que busco. Cuando compositores ya realizan sus primeros CD-ROMs interactivos no es difícil pensar que estamos ante la aparición de un nuevo lenguaje de comunión.
Bienvenido sea.