Band in a Box 6.0


Debo decir que éste era mi primer contacto con el BAND IN A BOX. Si bien sabía de sus antecedentes como "el programa musical más vendido de todos los tiempos", hasta hoy no le había prestado mayor atención, tal vez porque no existe versión Demo y tal vez porque lo creía un programa ameno y entretenido, pero no más que eso... Pues bien, ahora que lo conozco en detalle, mi opinión al respecto no ha cambiado en su esencia, sino que se han agregado a esas dos cualidades otras no menos importantes:

- Didáctico: "la más importante contribución al aprendizaje del Jazz de los últimos tiempos".

- Util: "cada maestro o escritor de canciones necesita tenerlo".

- Rendidor: "no puede imaginarse una mejor forma de gastar 100 dólares". Aunque las opiniones anteriores pertenecen a revistas extranjeras (Down Beat, Music Paper Magazine y Electronic Musician, entre otras) esta humilde producción nacional coincide plenamente con ellas, a través de su representante autorizado (que vendría a ser yo, en este caso). Intentar_ explicar los fundamentos de la misma, y ustedes los lectores serán los que tengan la palabra definitiva.

Funcionamiento general La tarea que el programa realiza es generar acompañamientos musicales en base a una secuencia de acordes ingresada por el usuario, usando para ello el teclado de la PC. Vale decir que si nosotros poseemos una tarjeta de sonidos o bien una tarjeta MIDI + un teclado o módulo externo, podríamos convertir a nuestra computadora en una especie de órgano electrónico de los más avanzados, con infinitas ventajas respecto a aquel. Mencionaremos sólo algunas, ya que la revista infinita por ahora es sólo un proyecto:

- Como decíamos, los acordes (por complejos que fueran) se ingresan tipeando, sin necesidad de saber tocarlos en un órgano en tiempo real.

- Cada estilo, cada ritmo, cada patrón tienen componentes aleatorios que hacen que la ejecución sea "viva" y variada.

- La cantidad de estilos disponibles (100) puede ampliarse ya sea creándolos uno mismo o adquiriéndolos por separado en diskettes.

- Se puede controlar hasta el mínimo detalle en la ejecución, si uno lo desea: "apagar" por un tiempo "X" uno de los instrumentos, definir variaciones dentro del estilo que aparezcan según la estructura del tema (por ejemplo en un estribillo), definir el volumen relativo de cada instrumento con respecto a los demás, etcétera, testera, etcétera. Teniendo en cuenta estas diferencias podríamos re-definir al BAND IN A BOX como una orquesta de músicos profesionales a nuestra disposición, en la cual nosotros cumpliríamos la función de director, arreglador o ejecutante solista, según nuestra necesidad o preferencia.. Pero el programa no se queda sólo en eso, incluyendo funciones como para satisfacer al más exigente:

Otras alternativas que ofrece al usuario

- Función de Secuenciador: mientras se escucha el acompañamiento, uno puede tocar una melodía e irla grabando en una pista independiente. El resultado puede enviarse a un archivo MIDI para su ejecución o edición posterior con otro secuenciador, p.e. el "Power Tracks", que es de la misma empresa y viene incluido de regalo (!) (para mayores detalles sobre ese programa ver número anterior de la revista, en esta misma sección).

- Función de Editor de Partituras: las partes que toca cada instrumento pueden verse en pantalla en notación musical standard. También se verá la melodía que nosotros hayamos grabado. Ésta última, además, puede ingresarse directamente en el pentagrama en blanco, utilizando el mouse. Todas las partes pueden imprimirse con el cifrado de acordes encima (al estilo de los libros de canciones para órgano, por ejemplo). El cifrado puede ser del tipo americano (Dm7, G7, C), castellano (Rem7, Sol7, Do ), o por grados tonales (II, V, I). A todo esto se agrega la interesante posibilidad de incluir las letras de los temas, y que éstas vayan pasando en pantalla junto con la música. La calidad de impresión, si bien no llega a ser como la de los programas específicos (Encero, Music Time) es mucho más que aceptable. - Función de Armonización Automática: la melodía de los temas puede ser armonizada ya sea después de grabada o en tiempo real mientras uno va tocando. Esta función suele encontrarse en los órganos de mediano para arriba, pero ni en el más alto de ellos se encontrará la posibilidad de hacerlo de 255 maneras distintas como en este caso. Las armonizaciones se realizan en base al cifrado, son "en bloque" (una por cada nota de la melodía) y van desde simples intervalos de tercera o al estilo de un guitarrista "country" hasta arreglos "a la manera de" músicos determinados: Glen Miller, Wes Montgomery, Joe Pass y Jimmy Smith entre otros nombres ilustres, a los que puede agregarse el del propio usuario, gracias a la facilidad de definir armonizaciones propias.

- Personalización de Módulos, Tarjetas de Sonido, Kits de batería, etc.: el programa soporta desde aparatos con la norma General Midi, tarjetas de distinto tipo (Sound Blaster, cualquiera de las Turtle Beach) hasta teclados y órganos de variadas marcas (Yamaha, Casio, Roland, Korg, Kawai, etc.). Si aún así nuestro aparato no figurara en la lista podemos definir una lista de instrumentos y un kit de batería propios.

- Generación de melodías con el teclado de la PC: Quienes posean conocimientos musicales reducidos o nulos estarán de parabienes con esta opción, con la que se pueden generar melodías que siempre "suenan bien" respecto a los acordes del acompañamiento. Ni hablar si le agregamos la función de Armonización descripta más arriba. El resultado puede grabarse en una pista, como si uno lo hubiera tocado realmente desde un teclado Midi externo.

Interfase con el usuario

Este es otro de los puntos a favor que tiene el programa. El acceso a la gran mayoría de las funciones es a través de "botones" que se eligen con el mouse. La pantalla principal está inteligentemente dispuesta: debajo de la barra de menúes encontramos otra con los nombres de los instrumentos a utilizar en el acompañamiento; hacia la derecha se ubica la selección de Armonización automática. Más abajo y todo a lo ancho aparece el dibujo de dos teclados en los cuales puede verse la ejecución de los instrumentos en distintos colores. A continuación tenemos la barra de selección de estilos y opciones y por último (ocupando casi la mitad de la pantalla) se presenta ante nosotros en la parte inferior la sección de ingreso del cifrado de acordes, con los distintos compases y secciones del tema. Esta sección se transforma en la de Notación Musical apretando un pequeño botón con el dibujo de una corchea.

Puede hacerse una pequeña crítica a los menúes: son un tanto extensos (cuando podrían usarse ramificaciones de algunos comandos) y en ocasiones la disposición interna de los mismos no es todo lo ordenada que uno desearía. Deduzco que los fabricantes no le han prestado demasiada atención porque, como hemos dicho, puede accederse a las funciones por medio de botones, y éstos sí están muy bien dispuestos. Igualmente vaya un tironcito de orejas para ellos, junto con (seamos justos) unas cuantas palmadas en la espalda por brindar un producto que pueden usar desde aficionados principiantes hasta músicos profesionales; que entrena musicalmente; que sirve como herramienta de aprendizaje e investigación; y que nunca deja de ser, "en esencia, ameno y entretenido". Aunque la última palabra la siguen teniendo ustedes...


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